LA DISTRIBUCIÓN EN EL PLANETA

El agua existente en el planeta se reparte entre los océanos, los continentes, la biosfera y la atmósfera.

Nada menos que el 95,9 % es agua oceánica y un 4% es agua continental.

El agua atmosférica representa aproximadamente menos de un 1%.

El agua en la biosfera es de 0,0001%.

Río Ebro
El agua oceánica

Constituye un complejo químico en el que se encuentran representadas todas las sustancias minerales conocidas, sobre todo las que resultan necesarias para el mantenimiento de los fenómenos vitales. Esta variedad se manifiesta en su riqueza en oxígeno y en iones, en contenido en cloro y sodio que al combinarse forman el cloruro sódico o sal común, responsable de que el agua sea salada.
El agua del mar es salada debido a la disolución de las rocas continentales y la actividad de los volcanes. La concentración media de sales es aproximadamente de 3,5%, aunque varía mucho teniendo en cuenta el agua de los ríos que llegan, del grado de evaporación,...

La densidad del agua del mar varía en función de la salinidad y de la temperatura. Al aumentar el contenido de sales aumenta la densidad. Cuando disminuye la temperatura, la densidad del agua aumenta hasta alcanzar el máximo en torno a los 4ºC. Por debajo de esta temperatura y hasta el punto de congelación, la densidad es menor.

La radiación solar calienta el agua del mar, las olas, las corrientes y las mareas mezclan el agua.

La masa de agua oceánica se evalúa en 1,37 · 1021Kg, es decir en 1370 trillones de kg.

Agua en la atmósfera

El calor del Sol evapora el agua que asciende con las masas de aire caliente en forma de vapor. Al ascender, el aire se expande, y por tanto se enfría, condensándolo en forma de nubes.

La masa de agua atmosférica es de 9 · 1016 kg , o sea, 90.000 billones de kg.

Consultar la humedad atmosférica*

Aguas continentales

El agua que circula por los continentes está en movimiento constante. Su origen se encuentra en la atmósfera.

El agua continental que se evalúa en unos 42 trillones de kg se reparte así:

Los glaciares y los casquetes polares forman el 2,97%, una gran parte del agua dulce de las precipitaciones se queda en estado sólido. Las más grandes acumulaciones son los casquetes de la Antártida y Groenlandia. El tamaño de estas grandes masas de hielo, así como de las regiones de nieves perpetuas, es tal que en ellas se encuentra acumulado el 4% del agua que hay sobre la Tierra.

Cuando el agua de la lluvia se desplaza por la superficie terrestre sin ningún orden origina las llamadas aguas de escorrentía, multitud de corrientes sin cauce fijo que fluyen en cuanto comienza una precipitación intensa y no puede ser absorbida por el suelo; son corrientes de escasa duración pero con una enorme fuerza, por tanto con un gran poder erosivo.

De todas las aguas que discurren por la superficie terrestre son los ríos los que tienen una forma más completa y desarrollada. Trasladan habitualmente una gran cantidad de agua, a través de un cauce fijo, desde un punto que es el nacimiento hasta donde termina en la desembocadura.

Embalse de Cereceda

Las aguas que precipitan y se infiltran en el suelo, forman las aguas subterráneas que son el 1,06 % aproximadamente. Este agua interior penetra hacia el subsuelo hasta que encuentra una capa impermeable.

El agua en la biosfera

El agua de la biosfera representa el 0,0001%, los cuerpos de los organismos contienen mucha agua, que van intercambiando con la hidrosfera y la atmósfera.
El agua es muy importante