FORMACIÓN

Cuando la temperatura desciende o disminuye bruscamente la presión atmosférica (lo cual origina también el enfriamiento del aire) se produce un aumento de la humedad relativa y se llega a alcanzar el punto de rocío.
La presencia en el aire de finísimas partículas de polvo, que sirven de centros de condensación, favorece la aparición de gotitas de agua, de partículas de hielo, o de ambas cosas a la vez, encontrándose todas ellas en suspensión en la atmósfera y al agruparse constituyen las nubes. En ellas se pueden encontrar las partículas acuosas en los tres estados.
Nubes en el cielo de Galicia

Los principales y más abundantes núcleos de condensación son, además del polvo, partículas de sal de origen marino generadas por la rotura de las burbujas de la espuma del mar, y partículas procedentes de combustiones,erupciones volcánicas... El color que poseen es debido a la difusión, por las partículas que componen la nube y de todos los rayos incidentes que provienen del Sol.

La suspensión de las gotitas en el aire no es más que aparente; en realidad no flotan en el aire, sino que van cayendo de un modo continuo debido a su peso, aunque tan lentamente (dada la resistencia que el aire opone a su caída) que basta el más leve soplo de viento para que se muevan horizontalmente o que suban por la acción de las corrientes de convección ascendente.
La aparente suspensión en el aire de las gotitas en el aire es que las nubes están en una continua renovación, las gotas por muy lenta que sea la caída, descienden a capas de aire más bajas (por tanto la temperatura más elevada); se vaporizan de nuevo hasta alcanzar capas de aire más altas, donde el vapor de aire vuelve a condensarse y a engrosar otra vez la nube. El proceso de destrucción puede ser de la misma duración que el de la regeneración.
No son bloques indeformables sino que están evolucionando constantemente. Gracias a esta evolución, el movimiento de las nubes puede ser distinto del movimiento del aire en el cual se han formado: las nubes se desplazan como las causas que participan en su formación y las mantienen.

Aunque en una nube suele haber partículas acuosas de distintos tamaños, el diámetro común de las gotitas líquidas es de 0.01 mm. Su abundancia puede cifrarse en una 1000 partículas por centímetro cúbico. Esto nos indica que tales gotitas están relativamente separadas entre sí, distancia media entre dos gotitas contiguas es aproximadamente 1 mm.
Sin embargo, las gotas de lluvia que caen hasta la superficie miden aproximadamente entre 1 y 5 mm de diámetro. ¿Cómo nos podemos explicar este aumento de tamaño tan considerable?
En la atmósfera hay soluciones coloidales, coloides (hidrosoles, constituidos por la suspensión en un líquido de gránulos ultramicroscópicos), que son reemplazadas por la nube. Por lo tanto, la condensación de la nube no es una explicación suficiente para entender la formación de las precipitaciones. Deben actuar otros factores capaces de romper el equilibrio coloidal de la nube, provocando la coalescencia de sus elementos.
Esta coalescencia se produce bien por choques entre las gotas o por aumento de volumen de ciertos elementos en detrimento de otros. La coalescencia se produce también por la turbulencia, es decir, el poder de dar a las gotitas de agua una agitación desordenada que las permiten que contacten y choquen unas con otras.
Las gotas caen más rápido cuanto más grandes sean, y la coalescencia entre gotas se hace posible cuando las gotas se hacen más grandes mientras que a medida que caen van capturando los elementos de mayor volumen. A esto se le conoce como fenómeno de la reacción en en cadena.

 

Altura y velocidad de las nubes


La altura de las nubes se determina por varios procedimientos:

Información en Internet
Por triangulación, teniendo en cuenta el método topográfico habitual, desde los extremos de una base de 800 a 1000 m de longitud.
Por medio de un reflector y un clinómetro, bastando con medir el ángulo a que la visual dirigida a la nube forma con la horizontal y resolver después el triángulo correspondiente con la regla de cálculo.
Una vez conocida la altura de una nube, si ésta se mueve horizontalmente, se puede determinar su velocidad y la dirección. Por medio del espejo nefoscópico, de vidrio negro, hallando la distancia recorrida en un tiempo conocido, por comparación de los triángulos semejantes ABC´ y DEC´ (igual a DEC).
Por medio de la horquilla nefoscópica o rastrillo de Besson, midiendo el tiempo que tarda la nube en pasar de la primera posición a la segunda.

La altura de las nubes aumenta durante el día y disminuye a partir de la puesta del Sol.

La altura suele ser mayor en verano que en invierno.

 

Nubosidad

Se llama grado de nubosidad a la fracción de cielo que, en un momento dado, aparce cubierta de nubes: al cielo completamente despejado corresponde el 0 de la escala; al cielo cubierto totalmente corresponde el grado 10. Su evaluación suele hacerse a ojo. Aunque el procedimiento pueda parecer impreciso, la experiencia confirma que dos observadores con práctica en la determinación de la nubosidad casi siempre coinciden en sus estimas.
En algunos observatorios meteorológicos se realizan mediciones con aparatos de la altura de las nubes.

La variación diaria de la nubosidad se caracteriza de un modo general por una oscilación única (raramente se produce una doble oscilación en las 24 horas) y está relacionada con la correspondiente oscilación de la humedad relativa y ésta a su vez con la de la temperatura.
La variación anual presenta diferencias muy marcadas de una zonas a otras, en función del régimen pluviométrico, distribución de tierras y mares, el régimen de presiones y vientos,...
Las isonefas son las líneas que unen puntos con la misma nubosidad.

 

Visibilidad

Es la máxima distancia a la cual son visibles los objetos y por la claridad con que se perciben los detalles.
El grado de visibilidad es un dato muy importante para la navegación marítima y aérea.
Hay cinco tipos diferentes:

- Bruma seca o calima, debida a partículas de polvo procedentes de zonas áridas, o partículas de sal, secas y pequeñísimas, que hacen opalescente el aire.
- Aire puro, está exento de partículas sólidas, la visibilidad es de 150 km, aproximadamente.
- Tempestad de arena, las partículas muy finas son elevadas por el viento. La visibilidad entre 1-2 km.
- Cellisca, el viento levanta partículas de nieve, la visibilidad es inferior a 1 km.
- Ventisca o tempestad de nieve.
Calima sobre la isla de Tenerife