La
hormiguita colorada,
coqueta salió al jardín,
con su vestido de cielo
y botitas de carmín.
Llevaba
también sombrero
y de perlas un collar,
bonitas medias de seda
y un quitasol verdemar.
Visitó
todas las flores
del encantador jardín
y trepó hasta la cima
del perfumado jazmín.
Soy
la dueña de las plantas,
de las hierbas y de las flores,
dijo feliz la hormiguita
embriagada de colores.
¡Qué
miedo sintió la hormiga
cuando al jardinero vio!
Alas fueron sus patitas
y a su hormiguero voló.