La puerta y el picaporte

En una madrugada, dos jóvenes que estaban un poco borrachos, querían entrar en una casa que no era suya. Lógicamente, al no tener la llave correcta no podían abrir y rompieron el picaporte, pensando que así podrían entrar. Pero no, así que cogieron un coche y se fueron a Madrid, o así dijeron ellos. Nunca en ese país se volvió a saber de los muchachos, por lo tanto esta historia se tratará de una puerta y un picaporte…
- ¡Ay! ¡Qué daño me han hecho esos brutos, y encima me han quitado a mi amigo el picaporte…!
Al día siguiente:
- ¡Hola!...
- ¡Hola!
- Eres…una chica, ¡qué casualidad!, mi antiguo amigo el picaporte era chico.
- ¡Ah…! ¡Ya! ¡Qué interesante!...
- ¡Oye maja, no te hagas la chula, que has ocupado mi sitio, bueno más bien el de mi amigo, que ya no volverá más!
- Creo puerta, que nos tendremos que llevar bien, porque los dos vamos a sufrir mucho supongo, o eso me ha contado mi mamá.
- ¡Mira!. Allá hay un señor que viene. Creo, picaporte, que empieza nuestra tortura.
- ¡Auuuuuu!. ¡Tenga más cuidado señor, no me aplaste!
- ¡Ayyy!. Señor no me empuje que me caigo.
- No nos ha oído…
- No nos va a oír nadie, no hablan como nosotros.
- Todos los días vamos a sufrir esta tortura.
- Si, me temo que si, y todavía más.
- No quiero.
- Pues no te queda más remedio, has nacido para esto y lo tendrás que hacer.
- Bueno eso es así, lo tengo que aceptar.
- Creo que ya somos amigas, y mucho, o eso creo…
- No te oscurezcas*, que no te voy a comer, además yo también te creo, somos amigas.
- ¡¡Yupii…!! Somos amigas, somos amigas, somos amigas. ¡Qué bien!
- ¡Vale! Pero no grites que me dejas sorda.
- Perdón, es que me he emocionado.
- Pero… yo también estoy contento, así que vamos a celebrarlo, a bailar.
- Chun, chun, chun, ¡qué pasa neng!
- ¡Oh no! Viene otro…
- ¡Ay!
- ¡Au!
- ¡Jolines! ¡Qué daño!.
- ¡Y qué sufrimiento!
Llegó la noche:
- Hoy, ¡qué día tan cansado y agotador, qué sueño tengo!...
- Yo también. ¡Buenas noches! ¡Ahh!
- ¡Hasta mañana!
- ¡Hasta mañana, amiga!

*Oscurezcas, en puertas, significa sonrojarse.

Marta H. 6º EP

Volver a Taller de cuentos