CICLO HIDROLÓGICO

El ciclo del agua comprende las distintas fases por las que pasa el agua en el planeta Tierra, está mantenido por la energía del Sol y la fuerza de la gravedad. Comienza con la evaporación del agua de mares y oceános, debida al calor del Sol. Una pequeña cantidad de vapor de agua atmosférico procede de la biosfera, por transpiración. Muchas veces estos dos procesos se denominan evapotranspiración. Este vapor forma las nubes, que debido a la dinámica atmosférica son transportadas, a medida que ascienden se van condensando debido al frío, formando la lluvia, que cae a la superficie terrestre debido al peso. Según sea el grado de enfriamiento las precipitaciones caen en forma líquida o sólida. Su caída se debe a la fuerza de la gravedad. Cuando la lluvia llega a la tierra una parte es aprovechada por los seres vivos, otra penetra en el suelo y otra parte discurre por cauces, arroyos y ríos. Hasta llegar al mar y comenzar el proceso de nuevo. "Todos los ríos van al mar y sin embargo éste nunca se llena". El ciclo del agua es un ciclo sin fin.

Los flujos hídricos en el sistema conformado por la superficie terrestre y la atmósfera han de tener en cuenta tres aspectos:

- La evapotranspiración (E), que puede entenderse de una manera simplificada como la suma de las pérdidas de agua de la superficie a la atmósfera, en estado de vapor, cualquiera que sea su fuente de origen: desde la superficie del suelo y del agua, y la transpiración de las plantas.

- La precipitación (P), incluyendo precipitaciones como la escarcha, el rocío,...)

- La escorrentía neta (R)

De los océanos se evaporan 86 unidades, de las que 80 retornan por precipitación, mientras que las 6 restantes se dirigen hacia la atmósfera continental.
De los continentes se evapotranspiran 14 unidades, que, sumadas a las 6 transferidas desde la atmósfera oceánica a la continental, dan un total de 20, que precipitan sobre aquéllos. El exceso de 6 unidades de la precipitación con respecto a la evapotranspiración sobre los continentes es el origen de una escorrentía neta equivalente, que fluye hacia los océanos, para compensar en ellos y, así completar el ciclo, la diferencia de igual cuantía entre la evaporación y la precipitación oceánicas.

Se observa que P>E sobre la tierra y P<E sobre el océano, en conjunto, pero no implica que la precipitación sobre la tierra sea mayor que la que cae sobre la superficie marina, porque los valores de evapotranspiración presentan valores muy diferentes.

A nivel continental las precipitaciones alcanzan 99 · 10³ km³/año y la evapotranspiración 62 · 10³ km³/año.

En los oceános, las precipitacioones suponen 324 · 10³ km³/año y la evaporación 361 · 10³ km³/año.

En principio, parece que existe un desequilibrio entre las entradas y salidas, pero el balance hídrico se equilibra con las entradas en los océanos del agua procedente de la escorrentía de los continentes que supone 37 · 10³ km^3.