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FENÓMENOS
ASOCIADOS
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Fenómenos
ópticos |
Color azul celeste: Se debe a la difusión de la luz
del Sol por las moléculas del aire. Si no existiera atmósfera,
o se alcanzara el enrarecimiento de la estratosfera, el cielo
aparecería de color negro.
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Arco iris: Cuando llueve aparece en el cielo un arco de siete
colores en el lado diametralmente opuesto a áquella en
que luce el sol. Se produce por reflexión total y dispersión
de los rayos luminosos en el interior de las gotitas de agua.
Se compone de 2 arcos de unos 42º de radio. En uno el rojo
ocupa la parte exterior y el violeta en el interior. En el segundo
arco, los colores están a la inversa.
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Halos: Se deben a la refracción de la luz y a la reflexión
sobre las caras de los cristales hexagonales de hielo, que constituyen
las nubes altas (cirros y cirrostratos). Los halos solares son
anillos blancos que rodean al Sol, algo rojos en su interior y
violeta claro en el exterior. La Luna puede presentar el mismo
fenómeno.
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Espejismo: Se presenta cuando los rayos luminosos atraviesan
capas de aire a distinta temperatura- las más calientes
actúan como espejos- se reflejan y dan la imagen más
o menos deformada de los objetos situados en la zona fría.
En el espejismo del desierto, la capa de aire caliente es la más
cercana al suelo.
En el espejismo polar, la capa fría es la más baja.
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Luz zodiacal: Es una débil claridad del cielo observada
antes de la salida del Sol o poco antes de su puesta.
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En la atmósfera se encuentran siempre cargas eléctricas
libres, de signo opuesto o iones. Cuanto mayor sean éstos mayor
será la conductividad eléctrica de la atmósfera,
escasa junto al suelo y con altos valores en la ionosfera.
En principio la Tierra está cargada de electricidad negativa;
el aire, en cambio posee carga positiva.
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Fenómenos
eléctricos y acústicos |
Rayo: Es una descarga eléctrica acompañada de
explosión (trueno) y luz (relámpago). Se produce
a causa de la atracción de cargas eléctricas contrarias
en el seno de una nube tormentosa, entre dos nubes, o entre una
nube y el suelo. Para que se produzca una descarga eléctrica
es necesario una diferencia de potencial por lo menos de 10.000
a 30.000 voltios.
El rayo va acompañado del relámpago (ocasionado
por la brusca dilatación que experimenta el aire por su
calentamiento); y, del trueno (atribuido también
a esa rápida expansión del aire caliente, el cual
llega a alcanzar 30.000ºC).
El retraso de percepción del trueno con respecto al relámpago
permite calcular la distancia a la cual se produjo la descarga
eléctrica.
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Fuego de San Telmo: Consiste en descargas eléctricas
tranquilas que se producen por inducción eléctrica
de una nube sobre los objetos terminados en punta: mástiles,
chimeneas, veletas...Sobre ellos aparece un penacho de luz azulada,
acompañado de un chisporroteo debido a la descarga de electricidad
negativa. Otras veces, esas luz es rojiza de mayor longitud, debido
a la electricidad positiva.
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